Los que me conocen saben que Nikon es mi marca favorita en fotografía. Mi primera cámara fue una Kodak instamatic con magicubo. Contaba yo con menos de 6 años de edad y mi papá tuvo la idea de inducirme al arte de la imagen desde tan joven. Conservo un par de fotos del Zoológico de Zacango, situado en Toluca, que tomé a bordo del trenecito de dicho lugar. Como el amor duele, la primera experiencia que me llevó a amar la fotografía fue un trancazo que me acomodé, recién estrenado el artefacto, cayendo al piso resbaloso de la casa donde viví en Guadalajara, en la Calle del Árbol, y rebotando mi joven mentón con una de la esquinas de la Kodak. Recuerdo muy bien, como grabado en cinta, la secuencia de camilla, anestesia en gel aplicada a mi barbilla, luces intensas que se translucían por la tela verde con la que me taparon la cara y la leve, muy leve punzada al momento que el doctor comenzó a suturar la herida. No tuve miedo, así lo veo a la distancia. Lo que no recuerdo fue el número de puntadas. Es una lástima, entre más puntadas pueda uno presumir después de un accidente, mayor será el asombro del público que nos rodea. Todavía conservo la cámara en mi colección y la exhibo orgullosamente como mi primera cámara.
No me olvido de Nikon. En cierto año, situado entre 1985 y 1990, no antes y no después, mi papá, con todo y sus perennes barbas, se ganó en una pequeña rifa entre fotógrafos, una cámara Nikon F3, ¡wow!, qué cámara, un verdadero caballo de batalla, leí en alguna revista alguna vez. Muchos dirían que Hasselblad o Leica son las mejores, pero seamos honestos, a cuánta gente conocemos con una de esas joyas. Nikon, por otro lado, nos ofrece una excelente tecnología, durabilidad y a un precio...bueno, no tan barato, pero no tan caro. Qué comercial me acabo de aventar. El fin de este post es que Nikon está convocando a su trigésimo segundo concurso internacional de fotografía con el tema “At the heart of the image”. Revisen la convocatoria y éntrenle: http://www.nikon.com/about/news/2008/0605_npci_01.htm.
miércoles, 30 de julio de 2008
Al corazón de la imagen
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