Comencé a leer su columna hace 10 años, todavía con conexión Dial-up que teníamos en mi oficina y no había suscripción por leer el Reforma por internet. Durante casi 2 años lo he leido en mi BlackBerry. La tecnología acelerada y Germán siempre con su vital pluma, sin envejecer, siempre el mismo, pero siempre actual. Ya no sé qué leeré cada día a las 7 am.
Ojalá editen un libro con todas sus columnas del Reforma y me leo una cada día.
Descansa en paz Germán Dehesa.
1 comentario:
Definitivamente Germán es insustituible. Se le va a extrañar, y mucho. Por cierto, hoy toca.
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