Después de meses de vacilación para crear un blog personal, he tomado una decisión, como ya se habrán dado cuenta al sucumbir ante el morbo natural que nos arrastra irremediablemente a entrar a un blog más y ver si de casualidad me identifico con lo escrito; si en algún texto me mencionan, claro es mi amigo y debería mencionarme de vez en cuando; si el amontonamiento de palabras, cuestión innata a los blogs existentes en el ciberespacio, no me apabulla; o al menos para ver si este tipo recomienda buena música. No prometo nada a nadie.
La acumulación de meses en años, vacilando sobre abrir este espacio, no significa que no tuviera nada qué decir. Muchos saben que no es mi caso. Lo que sucede es que lo escrito, escrito está. Diría un buen amigo y dirían muchas abuelitas, si vas a decir algo, piensa primero si los demás quieren escucharlo. No estoy del todo de acuerdo, es decir, muchas veces alguien no querrá escuchar una crítica o reclamo ante una situación incómoda y quizá yo tenga la necesidad imperiosa de hacer tal crítica, o quizá alguien no quiera leer sobre el culto, que profeso de manera light por falta de valentía, a las Guerras de las Galaxias. Lo que si no quiero olvidar es el respeto en mi crítica y opiniones. Yo sólo sé que lo escrito debe ser íntegro. Es decir, el texto debe ser uno mismo, debe ser honesto.
A mediados de los 20’s, Howard Roark, Arquitecto, personaje incomprendido en la sociedad neoyorquina, salido de la pluma de Ayn Rand en The Fountainhead, dialoga con uno de sus clientes sobre el diseño de la casa que le está construyendo:
“What is it that I like so much about the house you’re building for me, Howard?”
“A house can have integrity, just like a person,” said Roark, “and just as seldom.”
“In what way?”
“Well, look at it. Every piece of it is there because the house needs it – and for no other reason. You see it from here as it is inside. The rooms in which you’ll live made the shape. The relation of masses was determined by the distribution of space within. The ornament was determined by the method of construction, an emphasis of the principle that makes it stand. You can see each stress, each support that meets it. Your own eyes go through a structural process when you look at the house, you can follow each step, you see it rise, you know what made it and why it stands. But you’ve seen buildings with columns that support nothing, with purposeless cornices, with pilasters, moldings, false arches, false windows. You’ve seen buildings that look as if they contained a single large hall, they have solid columns and single, solid windows six floors high. But you enter and find six stories inside. Or buildings that contain a single hall, but with a façade cut up into floor lines, band courses, tiers of windows. Do you understand the difference? Your house is made by its own needs. Those others are made by need to impress. The determining motive of your house is in the house. The determining motive of the others is in the audience.”
Es decir, pretendo un espacio afín a mí mismo.
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